Tercera y última lectura del proyecto de Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos

27/06/2017

La 4.a sesión del Grupo de Trabajo sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajaban en las zonas rurales se desarolló entre el 15 y 19 de mayo de 2017 en el Palacio de las Naciones en Ginebra. Como en los años precedentes, El CETIM estuvo presente junto a una importante delegación de campecinos.as de La Vía Campesina (LVC) y de otras organizaciones rurales (pescadores, Pastores, nómadas, pueblos indígenas, trabajadores agrícolas).

La lucha por el reconocimiento de los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales es una lucha de mucho tiempo para el CETIM. Esa es la razón por la que apoya desde hace tiempo, con FIAN Internacional, La Vía Campesina en su proyecto histórico con el objetivo de aprobar una Declaración de las Naciones Unidas en la materia; la finalidad es desarrollar nuevas normas jurídicas internacionales para proteger mejor a estos protagonistas claves para una agricultura sana y sostenible desde el punto de vista social, económico, cultural y medioambiental.

El proceso para la adopción de este nuevo instrumento jurídico, comenzado en 2012 con la creación del Grupo de Trabajo intergubernamental bajo la dirección de Bolivia, celebró este año su 4.º periodo de sesión. El presidente-Relator del Grupo de Trabajo, la Embajadora de Bolivia Nardi Suxo Iturre, presentó la 3.a versión del proyecto de Declaración, elaborada después de numerosas e intensas consultas (40 en total) entre 2016-2017, incluyendo tanto las delegaciones gubernamentales como las no gubernamentales (organizaciones campesinas y rurales, en particular), representando todas las regiones geográficas de las Naciones Unidas. Las reivindicaciones y enmiendas propuestas por LVC y sus aliados figuran en gran parte, satisfactoriamente, en este nuevo texto. La mayoría de los Estados que participaban en la sesión expresaron su satisfacción con respecto a la versión revisada del proyecto de Declaración.

La semana de negociación se caracterizó por debates constructivos. Numerosos países como Suiza, la India y Rusia reiteraron su apoyo al proceso mientras que otros lo hicieron con su sola presencia.

El conjunto de los países africanos, representados por Túnez (hablando en nombre del Grupo africano), se pronunció en favor de este proceso y la aprobación de una Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajaban en zonas rurales.

Venezuela (en nombre de los países no alineados) prestó su apoyo al proceso de negociaciones relativo a esta Declaración.

La gran mayoría de los países latinoamericanos también manifestaron su firme apoyo a este proceso histórico. El Salvador (en nombre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y caribeños – CELAC) destacó la contribución de los campesinos y de la agricultura tradicional al medioambiente. En cambio, algunos países latinoamericanos como Paraguay, México y Guatemala expresaron sus reservas sobre algunos artículos.

¡En cuanto a la Unión Europea, participando activamente en los debates, introdujo varias enmiendas la mayoría de las cuales consistían en suprimir el término “derecho” en prácticamente todos los artículos! Esto equivale evidentemente a vaciarlo de su contenido y de este modo desvirtuarlos, teniendo en cuenta que, en el marco del Consejo de los derechos humanos, solo estamos hablando de derechos. También es de lamentar que los Estados miembros de la Unión Europea no hayan intervenido en el momento del debate mientras que son ellos quienes deben asumir su responsabilidad, a la vez en el Consejo de los derechos humanos y en la Asamblea General de Naciones Unidas, y no la Unión Europea como institución, sabiendo que esta última no es miembro de ningunos de estas dos instancias.

En cuanto a los Estados Unidos, quienes siguen siendo el solo Estado a oponerse formalmente al proceso, brillaron por su ausencia.

Los delegados campesinos y los de otras organizaciones rurales, apoyadas por el CETIM, intervinieron, con argumentos sólidos, para defender los distintos artículos del proyecto de Declaración y también para presentar enmiendas. Así, los delegados de la Vía Campesina y de las otras organizaciones rurales asociadas presentaron alrededor de una centena de declaraciones orales en la plenaria del Grupo de Trabajo.

Además de la reunión plenaria, el CETIM coorganizó dos conferencias paralelas. La primera, organizada juntamente con LVC y FIAN Internacional, “Derechos colectivos: Perspectivas de los campesinos y otras personas que trabajaban en zona rural”, con la participación de oradores de distintas regiones del mundo. Comunicaron sus reivindicaciones relativas al reconocimiento y la importancia de los derechos colectivos en el contexto de resistencia de las organizaciones rurales ante un sistema económico depredador de prácticas colectivas y tradicionales. La segunda conferencia, organizada con el FIMARC (la Federación Internacional de los Movimientos de Adultos Rurales Católicos), tenía por título “la declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas trabajando en zona rural: derecho a las semillas de finca y soberanía alimentaria”. La afirmación de estos dos derechos es un medio para poner en funcionamiento en la practica el derecho a la alimentación en todas las zonas rurales, del Sur como en el Norte.

La 3.a y última lectura del proyecto de Declaración de la Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos se finalizó con éxito. Se acordó que una 5.a y última sesión del Grupo de Trabajo se convocará en 2018 con el fin de hacer los últimos retoques y adoptar formalmente la mencionada Declaración. Para entonces, las organizaciones campesinas y rurales (pesqueras, Pastores, nómadas, pueblos indígenas, trabajadores agrícolas), con el apoyo de otras organizaciones de la sociedad civil, deben movilizarse para ampliar aún más el apoyo a dicha Declaración.

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