«Il n‘y a pas un monde développé et un monde sous-développé, mais un seul monde mal développé»
COMUNICADO DE PRENSA DEL CETIM
Ginebra, 30 de octubre de 2025. El CETIM expresa su profunda preocupación y su firme condena ante los recientes ataques y amenazas proferidos por Estados Unidos contra la República Bolivariana de Venezuela y la República de Colombia. Estos ataques se llevan a cabo en nombre de la “lucha contra el narcotráfico”, pero forman claramente parte de una estrategia de cambio de régimen dirigida contra dos Estados soberanos.
Hoy en día, asistimos a una nueva fase del imperialismo estadounidense, renovado en sus métodos, pero debilitado por una crisis económica estructural y sistémica, y por un declive que parece ahora irreversible. Este nuevo imperialismo instrumentaliza hoy el narcotráfico para legitimar su injerencia en otros países, e incluso para justificar una intervención militar directa.
En las últimas semanas, Estados Unidos ha llevado a cabo varios ataques aéreos mortales en el mar Caribe contra buques que, según el Gobierno de Trump, sin aportar pruebas, se utilizaban para el tráfico de drogas. Según un grupo de expertos de la ONU, los ataques estadounidenses contra buques en el Caribe frente a las costas de Venezuela equivalen a “ejecuciones extrajudiciales”.
Cabe recordar que toda injerencia extranjera en el territorio o las aguas territoriales de un Estado soberano constituye una violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. Las amenazas estadounidenses representan una negación flagrante del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Su objetivo es impedir que estos dos países definan libremente sus propias orientaciones políticas, económicas y sociales. Ante los Estados que se niegan a someterse a sus intereses, Estados Unidos impone la “ley del más fuerte” en detrimento de la soberanía popular.
En Colombia, el actual Gobierno se esfuerza por pacificar el país, destruido por décadas de guerra civil, defendiendo a las poblaciones más afectadas y marginadas por el conflicto, promoviendo una distribución equitativa de la riqueza y una reforma agraria. Estas políticas intentan cuestionar las relaciones de poder entre las clases trabajadoras y las élites económicas, en detrimento de los intereses de la agroindustria, las empresas transnacionales y los grandes terratenientes. En el plano internacional, Colombia busca consolidar sus relaciones regionales, diversificar sus alianzas y emanciparse de la tutela tradicional de Estados Unidos y la OTAN. Es precisamente esta creciente autonomía la que hoy en día convierte a su Gobierno en un objetivo político privilegiado.
En Venezuela, uno de los países con mayores reservas de petróleo del mundo, la retórica de la “lucha contra el narcotráfico” sirve de pretexto para los intentos de desestabilización. Esta se inscribe en una larga historia de injerencias externas disfrazadas de lucha contra supuestos fraudes electorales, acciones humanitarias o antidroga, en realidad meramente destinadas a derrocar a un gobierno legítimo.
Por consiguiente, el CETIM hace un llamamiento:
para que se ponga fin a toda forma de injerencia y a todo plan de desestabilización política o militar dirigido contra Colombia, Venezuela o cualquier otro Estado soberano;
a los gobiernos de América Latina y el Caribe para que refuercen su cooperación regional con el fin de contrarrestar cualquier intento de intervención exterior encubierta;
a las instancias internacionales y regionales ‒en particular a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU)‒ a que activen todos los mecanismos y órganos competentes para exigir a los Estados Unidos que abandonen las amenazas de intervención militar contra Estados soberanos y garanticen el respeto del derecho internacional;
a los medios de comunicación y a la opinión pública a prestar especial atención a este nuevo intento de poner en tela de juicio la soberanía de los pueblos latinoamericanos;
al Gobierno y al Parlamento suizos, así como a las instituciones europeas, a ejercer una función de vigilancia para que Suiza y Europa no sean cómplices, por omisión o apoyo indirecto, de las acciones imperialistas.
El CETIM reafirma su solidaridad con los pueblos de Venezuela y Colombia, así como con todos los pueblos de América Latina y el Caribe que, mediante sus decisiones democráticas y soberanas, buscan trazar un camino de desarrollo autodeterminado, pacífico y respetuoso del multilateralismo.
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Contacto
Raffaele Morgantini, representante del CETIM ante la ONU, raffaele@cetim.ch, +41796606514
